«Cadáveres anónimos. Ningún olvido los reúne, Ningún recuerdo los separa... Olvidados en la hierba invernal Sobre la vía pública, Entre dos largos relatos de bravura Y sufrimiento “¡Yo soy la víctima!”. “¡No, yo soy la única víctima!”. Ellos no replicaron: “Una víctima no mata a otra. Y en esta historia hay un asesino Y una víctima”. Eran niños, Recogían la nieve de los cipreses de Cristo Y jugaban con los ángeles porque tenían La misma edad... huían de la escuela Para escapar de las matemáticas Y la antigua poesía heroica. En las barreras, Jugaban con los soldados Al juego inocente de la muerte. No les decían: dejad los fusiles Y abrid las rutas para que la mariposa encuentre A su madre cerca de la mañana, Para que volemos con la mariposa Fuera de los sueños, porque los sueños son estrechos Para nuestras puertas. Eran niños, Jugaban e inventaban un cuento para la rosa roja Bajo la nieve, detrás de dos largos relatos De bravura y sufrimiento. Luego escapaban con los ángeles pequeños Hacia un cielo límpido.»
Poema Cadáveres anónimos (2004) del maestro de las letras palestinasMahmoud Darwish (1941 – 2008).Traducido del árabe por María Luisa Prieto.⠀⠀⠀Dos décadas nos separan de estos versos, si bien podrían haber sido escritos hoy.No apartemos la mirada ante la “solución final” de Israel.No abandonemos al pueblo palestino y miremos hacia otro lado…Retrato de Mahmoud Darwish (Cisjordania, Palestina, 1998).© Denis Dailleux.
“Three Pieces in the Old Style: I. ” (1963) de Henryk Mikołaj Górecki.Roland Bader | Filharmonia Krakowska (1993).