¿Debe un serial televisivo reflexionar sobre el sentido de la vida? ¿Le permitiríamos a una producción de la pequeña pantalla especular sobre la existencia de Dios, la vida más allá de la muerte, la ciencia como única fuente de respuestas o la soledad como cadena perpetua? Si piensas que no, es mejor que no sigas leyendo... Basada en la novela homónima de Tom Perrota, el drama de ficción especulativa The Leftovers (2014-2017) logra aunar las más elevadas conjeturas metafísicas con la sencillez terrenal de la apatía, la ternura, la crueldad o la compasión humanas. Todo ello narrado con insolente desparpajo, temerario humor, omnipresente ironía y el suspense del más jugoso folletín. La riqueza de matices de los intérpretes o la exquisita música de Max Richter son solo dos de las ramas de este frondoso árbol de 28 episodios que se ha convertido, inesperadamente, en una de las series más conmovedoras, deslumbrantes, catárticas y esencialmente existencialistas que ha conocido un servidor. Y es que después de gozar de su visionado no puedo evitar recordar una frase del gran titán de la novela Fiódor M. Dostoyevski en su obra Los hermanos Karamázov (1880): «¿Qué es el infierno? Es el sufrimiento de no poder volver a amar jamás.»
1 de junio de 2019
'The Leftovers' (2014-2017)
¿Debe un serial televisivo reflexionar sobre el sentido de la vida? ¿Le permitiríamos a una producción de la pequeña pantalla especular sobre la existencia de Dios, la vida más allá de la muerte, la ciencia como única fuente de respuestas o la soledad como cadena perpetua? Si piensas que no, es mejor que no sigas leyendo... Basada en la novela homónima de Tom Perrota, el drama de ficción especulativa The Leftovers (2014-2017) logra aunar las más elevadas conjeturas metafísicas con la sencillez terrenal de la apatía, la ternura, la crueldad o la compasión humanas. Todo ello narrado con insolente desparpajo, temerario humor, omnipresente ironía y el suspense del más jugoso folletín. La riqueza de matices de los intérpretes o la exquisita música de Max Richter son solo dos de las ramas de este frondoso árbol de 28 episodios que se ha convertido, inesperadamente, en una de las series más conmovedoras, deslumbrantes, catárticas y esencialmente existencialistas que ha conocido un servidor. Y es que después de gozar de su visionado no puedo evitar recordar una frase del gran titán de la novela Fiódor M. Dostoyevski en su obra Los hermanos Karamázov (1880): «¿Qué es el infierno? Es el sufrimiento de no poder volver a amar jamás.»
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Imagen de la cabecera extraída de la película "Metrópolis" (1927) dirigida por Fritz Lang
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