27 de enero de 2010

Cine infinito del 2009


Diez películas estrenadas en 2009 seleccionadas por Egon Blant.


1
Moon
Malditos bastardos (Inglourious Basterds) 
de Quentin Tarantino




3
Déjame entrar (Låt den rätte komma in)
 
de Tomas Alfredson




4
In the loop
 de Armando Iannucci




5
Up
de Pete Docter 




6
Vals con Bashir (Waltz with Bashir)
de Ari Folman 




7
La clase (Entre les murs)
de Laurent Cantet




8
Los límites del control (The limits of control)
de Jim Jarmusch
 




9
Ágora
de Alejandro Amenábar




10
Still Walking
de Hirokazu Koreeda




26 de enero de 2010

"Moon" de Duncan Jones


En la última edición del Festival de Cine Fantástico de Sitges recibió el premio a mejor película la producción Moon (2009). Su director, el debutante Duncan Jones, se declara un acérrimo seguidor del cine de ciencia ficción y recuerda con añoranza las cintas que, en los años setenta y principios de los ochenta, narraban historias del futuro, con el esencial deseo de maravillar al público ante la impresión de hallar en la pantalla los límites del ser humano y su trascendencia ante el universo.


2001: Una odisea del espacio (1968), la magistral obra de Stanley Kubrick, encumbró al género a unos niveles de consideración infrecuentes hasta la fecha, estatus que anteriormente habían alcanzado en el medio literario novelas como 1984 (1949) de George Orwell o Crónicas Marcianas (1950) de Ray Bradbury. A finales de los setenta todavía se realizó algún film excepcional, tanto desde una condición artística y poética Stalker (1979) de Andréi A. Tarkovski— como de éxito y repercusión Encuentros en la tercera fase (1977) de Steven Spielberg. Posiblemente, la última película magistral de ciencia ficción sea Blade Runner (1982), adaptación de una novela de Philip K. Dick dirigida por Ridley Scott, que, junto al alegato ecologista Naves misteriosas (1971) de Douglas Trumbull, es homenajeada en Moon, al recuperar algunos de sus elementos y enfocarlos desde un prisma nuevo, sencillo y honesto.



En la actualidad el cine de anticipación no discurre por su mejor época. En Hollywood, en la mayoría de las ocasiones, tan sólo ejerce de coartada para saturar al espectador con efectos visuales (cada vez más cercanos al videojuego), donde el actor estrella de guardia defiende reiteradamente a la humanidad. En este contexto Moon se convierte en un proyecto inusitado desde su génesis. El director, determinado a recuperar el olvidado espíritu artesanal de las películas hechas con maquetas, cuyas tesis bebían directamente de la literatura de especulación científica, concibió el argumento en el cual se basa el guión de Nathan Parker.



Sam Bell es un astronauta cuya solitaria misión en la Luna está a punto de finalizar después de tres años. De su esposa e hija tan sólo puede recibir vídeos grabados, y su única compañía es una computadora llamada “Gerty”, que posee la voz de gentleman del actor Kevin Spacey. A escasos días de su vuelta a la Tierra, y cada vez más agotado por la soledad, la repentina visión de una joven desconocida desencadenará todo tipo de alteraciones en su rutina diaria.



El actor Sam Rockwell, que sustenta todo el peso de la cinta, se muestra como el intérprete idóneo para generar empatía en el espectador gracias a su franqueza y naturalidad. Su encarnación del solitario astronauta logra algunos de los pasajes más conmovedores, y a la par contenidos, del reciente panorama cinematográfico.



"¿Había estado ciego y sordo, o había sido necesaria la severa luz del desastre para encontrar mi verdadera naturaleza?", escribió el periodista Jean-Dominique Bauby unas semanas previas a su fallecimiento por causa del “síndrome de cautiverio”; cuestión que se podría formular el protagonista de Moon. Y es que, como en la más inspirada ciencia ficción, el film reflexiona sobre nuestra esencia y nuestro espíritu. Con su primer trabajo, Duncan Jones plantea con sutileza la posibilidad de la existencia del alma y su capacidad para vincular a los seres humanos más allá de las limitaciones físicas. El resultado es una película que siembra un recuerdo indeleble en el espectador. Mas tal vez en el futuro, quizá en el presente, contemplando las distantes estrellas, podamos hallar nuestro sentido y medida, nuestro propio destello.








13 de enero de 2010

12 de enero de 2010

"The Sound The Speed The Light" (2009) de Mission of Burma


Comenzaron los años ochenta y muchas bandas de punk, con más actitud que pericia musical, desaparecieron por autocombustión. El necesario seísmo que provocó la naciente rama del rock parecía disminuir, y ciertos grupos, en lugar de pretender alargar la vida del nuevo estilo, se esforzaron en ensanchar sus orillas, diluir sus márgenes. Mission of Burma, desde Boston, son el más claro ejemplo de evolución hacia dominios más intelectuales y artísticos, sin descuidar la denuncia social, el mordaz desafío a lo establecido, la sincera inmediatez del sonido punk. La publicación de Vs. (1982) obtuvo una discreta repercusión por parte del público, y no obstante se convirtió en un álbum de culto, referencia para numerosas bandas posteriores, tanto de éxito comercial (R.E.M.), como de crítica (Sonic Youth). La formación se disolvió con sólo un larga duración editado y, tras veinte años de silencio, reanudaron Mission of Burma con la grabación de ONoffON (2004). La legitimidad y franqueza que siempre ha acompañado a Roger Miller, Clint Conley y Peter Prescott fue más que palpable en su retorno, más interesados en proseguir lo inacabado, que en ingresar en la industria mainstream por la puerta de las 'viejas glorias'.

El segundo disco tras la reaparición, The Obliterati (2006), se distingue por refinar el punk-rock hasta extremos de calidad nada frecuente. Un aplastante y soberbio trabajo que ya tiene sucesor en el 2009: The Sound The Speed The Light (Matador). 


Repite Bob Weston (Shellac) como productor en una grabación donde la puntería del trío firmando canciones ha decaído en precisión y, no obstante, continúa entre márgenes más que certeros. Los doce cortes que forman el álbum se dividen en cuatro suites de tres canciones cada uno, en las cuales el grupo ha deseado reflejar múltiples estados de ánimo — los inevitables pensamientos contradictorios—. Arranca el primer segmento con el irresistible single 1, 2, 3, Partyy!, despilfarro de insolente y ágil power-pop.



El título del disco es extraído del tema SSL 83, en el que hierve ese pop crujiente hecho de recoser mil trapos que ofreció en su día otra genial banda de Boston llamada Pixies. En el último set Good Cheer es un martillazo en el que se turnan las guitarras de ambiente tétrico con las estrofas del más ebrio punk rocker.
El seis de octubre del 2009 salió a la venta la nueva guía para jóvenes de los catedráticos Mission of Burma, cuya habilidad y experiencia sólo son superadas por su abrumadora y tenaz vitalidad.


Página oficial

5 de enero de 2010

Selección de Piezas 2009, Parte II


Circulatory System * Signal Morning
(2009)




En Athens (Estados Unidos), casi una década después de la aparición del primer álbum de Circulatory System, Will Cullen Hart ha conseguido publicar Signal Morning (2009), el nuevo trabajo de su proyecto más personal. Miembro fundador del imprescindible colectivo Elephant 6 y líder principal de la desaparecida banda The Olivia Tremor Control, Hart culmina con el nuevo disco su idea de mantener viva, en el nuevo siglo, la más exuberante y sensorial música psicodélica.





1 de enero de 2010

Selección de Piezas 2009, Parte I

Neko Case * Never Turn Your Back On Mother Earth (2009)




Cantante norteamericana inquieta e independiente, colaboradora de bandas tan importantes como The New Pornographers, y activa ecologista, Neko Case y su voz emanan tanto carisma como misterio. Menos country alternativo que sus anteriores trabajos, su último álbum Middle Cyclone (2009) se enriquece con elementos más cercanos al pop e incluye una versión del tema Never turn your back on mother earth, que grabara en el año 1974 la excéntrica banda Sparks, formada por los hermanos Ron y Russell Mael. El cálido abrazo Motown con el que Neko Case envuelve la pieza convierte a esta grabación en una de nuestras preferidas del año.





The Phantom Band * Folk Song Oblivion (2009)




Checkmate Savage (2009) es el primer larga duración del sexteto de Glasgow (Escocia) The Phantom Band. Paul Savage -que fuera miembro de The Delgados- ha producido el disco, y en él encontramos tantas referencias, en apariencia contradictorias, como talento y ambición. La pieza Folk Song Oblivion es una de las más sorprendentes de la temporada por su desacomplejada unión entre el más germano kraut rock y el pop más playero y tropical. Una idea original, que denota un refrescante sentido del humor y que demuestra, una vez más, que la música pop no tiene límites.






Imagen de la cabecera extraída de la película "Metrópolis" (1927) dirigida por Fritz Lang